Mohammed Ben Sulayem ha sido reelegido recientemente como presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), consolidando así su liderazgo al frente del organismo rector del automovilismo mundial. Este anuncio marca un nuevo capítulo tanto para la organización como para el propio Ben Sulayem, quien ha demostrado una firme determinación en modernizar y fortalecer la FIA durante los últimos años. Su reelección ha sido recibida con opiniones diversas dentro del paddock, pero no puede negarse que su gestión ha llevado a la federación por sendas de cambios significativos, especialmente en la Fórmula 1, la joya de la corona del deporte motor.
El dirigente emiratí llegó a la presidencia en 2021 prometiendo una mayor transparencia, inclusión y sostenibilidad. Desde entonces, sus acciones han buscado reformar estructuras internas y responder de manera más efectiva a los numerosos retos que plantea el vertiginoso mundo del automovilismo moderno. Uno de los logros destacados bajo su tutela ha sido la constante revisión y actualización del reglamento deportivo, abordando los desafíos técnicos y de seguridad que han surgido en las últimas temporadas de Fórmula 1. Además, Ben Sulayem ha hecho énfasis en fortalecer el compromiso de la FIA con la innovación tecnológica y la reducción de la huella de carbono en las competiciones, alineándose así con la visión global de cuidar el medioambiente sin sacrificar la esencia de la competición.
No obstante, el camino de Ben Sulayem al frente de la FIA no ha estado exento de controversias y desafíos. Durante su primer mandato, la relación entre la FIA, la F1 y los equipos fue, en ocasiones, tensa debido a la gestión de ciertas situaciones polémicas, como el famoso “caso Las Vegas” o las reinterpretaciones regulatorias que han afectado directamente la carrera por el campeonato. Sin embargo, el presidente ha sabido mantener un diálogo abierto y un enfoque conciliador, buscando siempre el consenso y el bien común del deporte.
El respaldo recibido por parte de las federaciones miembros durante el proceso de reelección refleja, en buena medida, la confianza en su visión a largo plazo. Entre sus próximas prioridades destaca el fortalecimiento de los lazos entre la FIA y los promotores de circuitos, así como la promoción de nuevos talentos y la accesibilidad al automovilismo en regiones tradicionalmente subrepresentadas. En la Fórmula 1, Ben Sulayem quiere consolidar la estabilidad reglamentaria y financiera para asegurar que el campeonato siga creciendo en el calendario global, protegiendo tanto a los equipos históricos como incentivando la llegada de nuevos protagonistas.
Los aficionados de la F1 han percibido cambios relevantes en la era Ben Sulayem, desde la gestión de temas técnicos hasta la comunicación institucional frente a incidentes en pista. Uno de los objetivos del presidente es mejorar la experiencia del fanático, promoviendo la interacción digital, el acceso a datos en tiempo real y la integración de nuevas tecnologías audiovisuales en las retransmisiones. Se espera que la FIA, bajo su liderazgo, esté cada vez más cerca del público, humanizando el deporte y fomentando la pasión que lo caracteriza.
Mirando al futuro, la reelección de Ben Sulayem como presidente de la FIA representa una apuesta por la continuidad, el progreso y la adaptación constante. Los próximos años prometen emociones fuertes, nuevas rivalidades y, sobre todo, una federación mundial que seguirá evolucionando para mantener la Fórmula 1 en la vanguardia del automovilismo internacional. Como aficionados, solo nos queda abrocharnos el cinturón y disfrutar de este apasionante viaje.