En el espectacular escenario del circuito de Yas Marina, la Fórmula 1 nos regaló una vibrante sesión de entrenamientos libres que dejó claro que el desenlace de la temporada estará lleno de sorpresas. Lando Norris, al volante de su McLaren, demostró que está dispuesto a ponerle las cosas difíciles al vigente campeón Max Verstappen. El británico fue el más rápido en Abu Dhabi, en una jornada donde cada escudería afinaba hasta el más mínimo detalle de cara al Gran Premio decisivo.
El monoplaza naranja papaya mostró un ritmo sobresaliente desde los primeros minutos. Norris, que se ha consolidado este año como uno de los pilotos más talentosos de la parrilla, dominó la sesión con vueltas tan consistentes como veloces. Detrás de él, Max Verstappen, ya tricampeón del mundo, se mantuvo cerca gracias a su inconfundible agresividad al volante del Red Bull, pero por primera vez en varias semanas no logró encabezar la tabla de tiempos.
La sesión estuvo marcada por una mezcla de programas de pruebas aerodinámicas, simulaciones de clasificación y tandas largas en busca del ritmo de carrera. Eso sí, el protagonismo no fue exclusivo de McLaren y Red Bull. Mercedes, Ferrari y Aston Martin también tuvieron momentos interesantes, intentando descifrar el complicado comportamiento de los neumáticos blandos y medios en el abrasivo asfalto de Abu Dhabi, donde el manejo térmico suele ser clave.
La lluvia de datos recogida por los equipos dejó entrever que la lucha en la clasificación será mucho más cerrada de lo que han dictado los domingos anteriores. Norris no sólo lideró la tabla de tiempos sino que mostró un comportamiento sobresaliente en las curvas lentas y medias, un terreno que históricamente ha favorecido a Red Bull y Mercedes. Esta competitividad de McLaren ilusiona a los aficionados que sueñan con ver una victoria, o al menos un podio, para el británico en el cierre del campeonato.
Por su parte, Verstappen, aunque no marcó el mejor tiempo, dejó claro que el Red Bull sigue siendo el coche más equilibrado en ritmo de carrera. Las tandas largas del neerlandés fueron una declaración de intenciones y, aunque la diferencia en el crono fue mínima, Max y su equipo parecen guardar algo más bajo la manga de cara a la clasificación. No sería extraño ver a Verstappen redoblar esfuerzos y buscar el dominio absoluto en los últimos compases del fin de semana.
En Mercedes, tanto Lewis Hamilton como George Russell trabajaron intensamente en la puesta a punto del W14. El equipo alemán, que ha tenido una temporada de altibajos, busca despedirse de 2023 con un resultado sólido y una base firme para el prometedor 2024. Ferrari, por su lado, mostró una velocidad interesante en las rectas, pero siguió sufriendo con el desgaste de los neumáticos traseros, algo que deberán solucionar si pretenden pelear por el podio el domingo.
No faltaron las sorpresas entre los pilotos de la zona media. Fernando Alonso, en su Aston Martin, se mostró optimista tras una sesión donde la escudería británica parece haber dado un pequeño paso adelante respecto a las últimas carreras. Nico Hülkenberg y Alex Albon también aprovecharon para exprimir sus monoplazas y colarse entre los diez mejores, lo que promete una batalla encarnizada en la Q2 y Q3.
En resumen, la última cita del calendario de Fórmula 1 promete emociones fuertes. Los entrenamientos dejaron claro que las diferencias son mínimas y que la clave estará, como siempre, en la estrategia, la gestión de los neumáticos y la sangre fría bajo las luces de Yas Marina. ¿Conseguirá Norris mantener la presión sobre Verstappen? ¿Mercedes o Ferrari darán la sorpresa? Sólo nos queda esperar y disfrutar del espectáculo final de una temporada inolvidable.
