En una tercera sesión de entrenamientos libres vibrante y con numerosos contratiempos, George Russell sorprendió al liderar la FP3 del Gran Premio de Las Vegas, demostrando un excelente ritmo en su Mercedes. Las bajas temperaturas, el asfalto resbaladizo y la presencia de numerosas banderas amarillas añadieron dramatismo a la antesala de la clasificación, donde los equipos buscaron maximizar cada vuelta en el único trazado verdaderamente nocturno del calendario 2023.
El piloto británico se impuso desde los primeros compases, logrando adaptarse a un circuito desafiante, caracterizado por largas rectas y curvas cerradas. Russell completó una vuelta veloz en 1:34.093, dejando atrás a ambos Ferrari, que hasta el momento habían dominado el fin de semana. Esta actuación, sin duda, alimenta las esperanzas de Mercedes en su afán por recuperar protagonismo en un campeonato marcado por la hegemonía de Red Bull.
Las condiciones del asfalto jugaron un papel determinante. El circuito de Las Vegas, poco utilizado y apenas “engomado”, puso a prueba el talento de los pilotos. Grandes nombres como Max Verstappen y Fernando Alonso, cometieron errores mínimos que les costaron tiempo o incluso daños leves en sus monoplazas. A pesar de ello, la adaptación mostrada por pilotos experimentados resalta la intensidad competitiva de la Fórmula 1 actual.
Sin embargo, la gran decepción de la sesión fue el bajo rendimiento de McLaren. Tanto Lando Norris como Oscar Piastri sufrieron problemas de adherencia y no lograron avanzar más allá de la media tabla, a pesar de diversas modificaciones en la puesta a punto. El propio Norris se quejó por radio de la falta de temperatura en los neumáticos, una constante en varios equipos debido al frío reinante en el circuito.
Por otro lado, Checo Pérez y los motores Honda no encontraron el ritmo ideal con Red Bull, viéndose relegados a posiciones poco habituales para el equipo austríaco. Verstappen finalizó en el décimo puesto y Pérez undécimo, dejando entrever que el Gran Premio de Las Vegas podría ser uno de los fines de semana más desafiantes para ambos, donde la gestión de neumáticos será clave tanto en clasificación como en carrera.
Destacó también el papel de Carlos Sainz, quien se mostró competitivo en los primeros minutos, antes de perder algo de terreno materializando finalmente el cuarto mejor crono. Su persistencia y determinación quedan fuera de toda duda, y Ferrari mantiene así sus opciones vivas para la sesión clasificatoria, donde el menor error puede costar muy caro.
En el fondo de la parrilla, Alpine y Aston Martin dieron destellos de velocidad, aunque la inestabilidad en las frenadas costó a Pierre Gasly y Fernando Alonso posiciones que parecían alcanzables, recordándonos la naturaleza impredecible de nueva sede. Los equipos de la zona media, como Haas y Alfa Romeo, aprovecharon la sesión para acoplarse al complicado trazado, buscando alguna oportunidad de escalar durante la clasificación.
La tercera sesión libre de Las Vegas ha demostrado que nada está escrito aún en la “ciudad que nunca duerme”. Con una parrilla compacta y diferencias mínimas entre los favoritos, se avecina una clasificación apasionante donde la habilidad de los pilotos y la astucia de los ingenieros serán determinantes. Todos los ojos estarán puestos sobre Mercedes, Ferrari y Red Bull, pero no debemos subestimar la capacidad de sorpresa de equipos como Williams o AlphaTauri, siempre dispuestos a aprovechar cualquier titubeo de los grandes.
El nuevo trazado americano ha traído, sin duda, emociones renovadas a la Fórmula 1, forzando a pilotos y equipos a reinventarse y afrontar el desafío con máxima concentración. Con la clasificación al caer, los aficionados esperan una sesión memorable, donde el margen de error será mínimo y cada milésima puede suponer la diferencia entre la gloria y el anonimato. El espectáculo está servido bajo las luces de Las Vegas.