En las últimas semanas, el paddock de la Fórmula 1 ha estado vibrando con rumores e incertidumbres acerca de la sorprendente evolución del motor Mercedes, utilizado por McLaren, y las preocupaciones por su fiabilidad. Luego del espectacular desempeño de McLaren en los Grandes Premios recientes, muchos equipos rivales comenzaron a preguntarse si el motor alemán había sacrificado la confiabilidad a favor del rendimiento, llegando incluso a referirse a él como una "granada de mano" debido al riesgo de explosión inminente en cualquier carrera.
McLaren, con Lando Norris y Oscar Piastri, impresionó al mundo al desafiar a Red Bull de manera directa en pistas de alta demanda de potencia, como Canadá y España. El equipo británico parece haber encontrado una fórmula ganadora no solo en su aerodinámica, sino también en un propulsor que ahora pone en aprietos a la competencia. Sin embargo, a pesar de estas preocupaciones, en la sede de Red Bull no existe ningún temor real hacia el supuesto desastre mecánico que muchos esperan del motor Mercedes.
Christian Horner, director del equipo Red Bull, aseguró a la prensa que aunque McLaren está muy fuerte y el progreso es indiscutible, su equipo está plenamente enfocado en continuar su propio desarrollo y resolver problemas internos, como los desafíos que afrontaron en la puesta a punto del RB20 según las últimas carreras.
"Está claro que Mercedes y McLaren han dado un salto de calidad en cuanto a la entrega de potencia. Pero no, no existe ni preocupación ni paranoia; en Fórmula 1 todo equipo toma riesgos cuando busca rendimiento máximo. Nosotros sabemos mejor que nadie hasta dónde podemos apretar el motor antes de cruzar el punto de no retorno", comentó Horner en diálogo con medios especializados.
Otro factor relevante es el reglamento técnico actual, que limita fuertemente el desarrollo de los motores. Desde 2022, la FIA estableció una congelación de especificaciones técnicas de las unidades de potencia, permitiendo solo intervenciones para mejorar la fiabilidad. Por ello, cualquier avance drástico en términos de prestaciones genera sospechas inmediatas entre los rivales. Sin embargo, en el caso de Mercedes, se sabe que la marca ha trabajado incansablemente en la refrigeración y gestión térmica, logrando así aprovechar mejor la energía eléctrica almacenada por el sistema híbrido.
Además, cerca del equipo Red Bull reconocen que los motores modernos de Fórmula 1 están tan apretados al límite que casi todos podrían cuando menos rozar el borde de la fiabilidad para un extra de potencia. La diferencia radica en el margen de seguridad con que cada fabricante elige operar. "Hemos visto motores explotar en el pasado reciente, pero eso no significa que lo volveremos a ver o que se trate de una tendencia generalizada", opinan fuentes técnicas de la escudería.
En el entorno de Red Bull, el enfoque técnico se centra más en perfeccionar el chasis y extraer el máximo del paquete aerodinámico, dado que el motor Honda (ahora bajo marca RBPT) se ha mostrado consistentemente sólido y eficiente. Saben que la batalla por centésimas será feroz, sobre todo a medida que la temporada entra en su fase decisiva, pero la guerra psicológica de las "granadas de mano" motoras parece, al menos por ahora, solo un motivo más para alimentar debates en redes sociales y charlas entre aficionados.
En definitiva, los seguidores de la Fórmula 1 pueden esperar un final de temporada vibrante, con la fiabilidad de los motores Mercedes bajo la lupa, la consistencia de Red Bull puesta a prueba, y la constante evolución de McLaren abriendo nuevas incógnitas. Y aunque en la pista todo puede pasar en cuestión de segundos, en los garajes el verdadero duelo sigue siendo de tecnología, estrategia y nervios de acero.