El Gran Premio de São Paulo volvió a demostrar por qué el circuito de Interlagos es uno de los escenarios más vibrantes y emocionantes del calendario de la Fórmula 1. El trazado brasileño no solo desafía a los pilotos con su combinación de curvas técnicas y largas rectas, sino que también ofrece verdaderas fiestas de adrenalina tanto en la Sprint como en la carrera principal. Este año, la acción estuvo a la altura de las expectativas, con múltiples historias que dejaron huella y pusieron a prueba tanto la pericia como la estrategia de los equipos.
Max Verstappen, una vez más, se consolidó como el hombre a batir, logrando una victoria contundente tanto en la Sprint como el domingo. El piloto neerlandés demostró una vez más por qué es el referente actual de la categoría, sacando el máximo partido del rendimiento del Red Bull RB19 y gestionando los neumáticos con maestría bajo las cambiantes condiciones de pista. Su capacidad para controlar las carreras desde la pole resalta su madurez y el excepcional nivel de confianza que atraviesa.
Pero la gran sorpresa estuvo protagonizada por Lando Norris, quien, pese a partir desde las primeras líneas, se las ingenió para presionar a Verstappen durante largas fases de la carrera. Norris dejó atrás aquel joven impetuoso para consolidarse como uno de los pilotos más completos de la parrilla, pilotando con inteligencia y valentía. Su segundo puesto fue celebrado con gran entusiasmo por McLaren, que confirma su evolución y mira con optimismo hacia el cierre de temporada y 2024.
Fernando Alonso también dejó su sello imborrable en Interlagos, recordando a todos que la experiencia sigue siendo un factor diferencial en la F1. El español protagonizó una batalla memorable contra Sergio Pérez en la recta final de la carrera, donde ambos cambiaron de posiciones varias veces antes de que Alonso terminara subiendo al podio por tan solo 53 milésimas de segundo. Este resultado no solo aporta valiosos puntos a Aston Martin, sino que fortalece su liderazgo dentro del equipo y.
Por otro lado, Pérez, a pesar de perder el podio en el último suspiro, merece un reconocimiento por su combatividad y recuperación tras un inicio de fin de semana complicado. El mexicano demostró que, cuando tiene el auto a punto, aún puede pelear contra los mejores, algo crucial para asegurar su segundo puesto en el campeonato de pilotos.
No todo han sido festejos en São Paulo. Mercedes vivió un fin de semana para el olvido, con un ritmo de carrera muy por debajo de lo esperado. Tanto Lewis Hamilton como George Russell sufrieron con la degradación de neumáticos y la falta de respuesta de su monoplaza, quedando lejos de la lucha por los puestos de honor. El equipo alemán se enfrenta a muchas preguntas de cara a las últimas carreras y al desarrollo del coche para la próxima temporada.
Ferrari tampoco se fue de Interlagos con buenas sensaciones. Un fallo hidráulico dejó a Charles Leclerc fuera incluso antes de la salida, mientras que Carlos Sainz apenas pudo sumar puntos. La fiabilidad vuelve a golpear a la Scuderia justo cuando más necesitaban buenos resultados para cimentar su posición en el campeonato de constructores.
En la zona media, equipos como Alpine y Williams se beneficiaron del caótico desarrollo de la carrera y sumaron importantes puntos. Interlagos volvió a demostrar que la Fórmula 1 está llena de sorpresas y que cualquier equipo puede brillar en el momento oportuno.
La cita brasileña ha dejado emociones, estrategias sorprendentes y un nuevo golpe de autoridad de Verstappen, pero, sobre todo, ha reavivado la pasión de los aficionados en el tramo final de una temporada que sigue dando mucho de qué hablar. Sin duda, São Paulo se consolida como una de las joyas del calendario, dejando a los fanáticos expectantes de más acción en las próximas fechas.
