En un giro inesperado de los acontecimientos durante el Gran Premio de Las Vegas, ambos pilotos de McLaren, Lando Norris y Oscar Piastri, fueron descalificados tras los controles técnicos poscarrera. La escudería británica sufrió este duro golpe después de que sus monoplazas no cumplieran con el reglamento referente al desgaste del fondo plano, una normativa estrictamente vigilada por la Fórmula 1 para asegurar la igualdad y la seguridad en el campeonato.
El fondo plano, una pieza crucial en la aerodinámica y adherencia de los monoplazas, tiene unas medidas mínimas de grosor exigidas por la Federación Internacional del Automóvil (FIA). Durante la inspección obligatoria tras la carrera nocturna en el bullicioso circuito urbano de Las Vegas, los comisarios detectaron un desgaste mayor al permitido en ambas unidades de McLaren, lo que resultó inevitablemente en la descalificación de Norris y Piastri.
La escudería de Woking argumentó las condiciones atípicas de la pista como causa del excesivo desgaste. Las ondulaciones, los baches y la baja temperatura del asfalto en Las Vegas podrían haber jugado un papel fundamental en este resultado inesperado. Sin embargo, la decisión de los comisarios fue tajante: el reglamento es claro respecto a los límites del desgaste y no admite excepciones, buscando mantener las mismas reglas para todos los equipos.
Esta decisión tuvo fuertes repercusiones en la clasificación final de la carrera y en la tabla de constructores. Norris, quien había cruzado la meta en una destacada posición dentro de los puntos, y Piastri, que también había protagonizado buenas maniobras durante la cita estadounidense, vieron cómo todo su esfuerzo se desvanecía en cuestión de horas. Los beneficiados fueron rivales directos como Alpine, Aston Martin y Williams, quienes ascendieron posiciones y capitalizaron los puntos de la descalificación de los británicos.
El resultado es especialmente doloroso para McLaren, equipo que ha experimentado una notable progresión a lo largo de la temporada. Después de un inicio de año complicado, los hombres de papaya habían logrado acercarse a Mercedes y Ferrari en la lucha por los puestos de honor. Esta sanción pone en jaque sus aspiraciones y los deja con menos margen de maniobra en las últimas carreras del calendario.
Este episodio también ha reavivado el debate sobre la dureza de los circuitos urbanos y la exigencia técnica a la que se enfrentan los ingenieros diseñando los fondos planos. La menor altura al suelo, crucial para el rendimiento aerodinámico, expone a los monoplazas a un mayor riesgo de desgaste, especialmente en pistas bacheadas como la de Las Vegas. Varias voces dentro del paddock piden una revisión tanto de los estándares técnicos como del propio asfalto de algunos trazados urbanos.
Para los aficionados, el Gran Premio de Las Vegas sigue dejando emociones fuertes y polémicas. La descalificación de los McLaren añade un nuevo capítulo a la larga historia de sanciones técnicas en la Fórmula 1, recordando a todos que un pequeño detalle puede cambiar completamente el destino de una carrera. Sin embargo, esta rigurosidad es también lo que convierte al campeonato en un espectáculo tan impredecible y apasionante. El equipo de Woking buscará ahora recuperarse rápidamente y demostrar que sigue siendo una de las fuerzas más competitivas de la parrilla.