El Gran Premio de Azerbaiyán arrancó con una primera sesión de entrenamientos libres repleta de emociones, incidentes y sorpresas estratégicas. El circuito urbano de Bakú, siempre impredecible, volvió a poner a prueba la destreza de pilotos y equipos, especialmente en una sesión que se vio interrumpida en varias ocasiones por banderas rojas y situaciones inesperadas. Lando Norris firmó el mejor tiempo, seguido de cerca por Oscar Piastri y Charles Leclerc, en una muestra del potencial que McLaren y Ferrari exhiben en esta etapa del campeonato.
La primera jornada del fin de semana demostró, una vez más, la complejidad que conlleva correr en Bakú. Sus largas rectas y temibles curvas cerradas, además de las características calles estrechas, suelen ser el escenario ideal para errores y sorpresas tácticas. En esta ocasión, la falta de agarre y el viento han complicado aún más la búsqueda de tiempos competitivos, generando varios trompos e incidentes menores, aunque afortunadamente sin consecuencias serias para los monoplazas ni los pilotos.
Norris lideró la tabla de tiempos con una vuelta sólida y perfectamente ejecutada, evidenciando el paso adelante de McLaren. Su compañero, Oscar Piastri, ratificó el buen momento del equipo británico al situarse en la segunda posición, apenas a escasas décimas. Mientras tanto, Charles Leclerc consiguió colocarse en el tercer lugar, reafirmando las esperanzas de Ferrari de cara a la clasificación y la carrera. Red Bull, sorprendentemente, no logró encontrar el ritmo óptimo en estos primeros compases del fin de semana, mostrando tanto Max Verstappen como Sergio Pérez dificultades para sacar el máximo partido a su monoplaza en el delicado asfalto azerbaiyano.

No obstante, hay que tener en cuenta que la acción se vio interrumpida en varias ocasiones durante la sesión. Un incidente prematuro en la curva 1 provocó la primera bandera roja, obligando a todos los equipos a reajustar sus planes y estrategias en tiempo real. Estos parones, aunque frustrantes para los pilotos que buscaban ritmo y confianza en pista, sirvieron también como oportunidad para analizar las primeras impresiones de los neumáticos Pirelli en una pista notoriamente exigente.
Por su parte, Aston Martin y Mercedes iniciaron la jornada siendo algo cautos, acumulando kilómetros sin forzar demasiado los límites de sus máquinas. Fernando Alonso y Lewis Hamilton optaron por tandas medias y largas, centrándose en recoger datos para el resto del fin de semana y evitar riesgos innecesarios en un asfalto especialmente sucio fuera de la trazada ideal. La prudencia parece ser la consigna en las primeras fases del Gran Premio, pero está claro que ambos equipos tienen cartas guardadas bajo la manga.
El rendimiento de McLaren fue, sin duda, la nota dominante de la sesión, aunque muchos equipos se reservan mapas de motor e innovaciones aerodinámicas para la clasificación. Cabe esperar que Red Bull, líder indiscutible hasta ahora, reaccione en las próximas salidas a pista, elevando la intensidad en una lucha que se promete vibrante durante todo el fin de semana. Ferrari, por su parte, dejó ver destellos de competitividad tras una racha de altibajos, y confía en transformar las buenas sensaciones de Leclerc en resultados concretos.
Con esta sesión inicial, Bakú nos recuerda por qué se ha ganado un sitio entre las citas más espectaculares del calendario. La estrechez de sus calles y la proximidad de los muros hacen de cada vuelta un ejercicio de precisión absoluta. Los aficionados pueden prepararse para una carrera impredecible, donde el margen de error es casi inexistente y el espectáculo está garantizado.
Queda latente la emoción a flor de piel para lo que viene: una clasificación que promete ser de infarto y una carrera donde la estrategia, la velocidad punta y la sangre fría decidirán al vencedor en las calles de Azerbaiyán. Los ojos del mundo automovilístico están puestos sobre Bakú; todo puede pasar en la ciudad del viento.