La Fórmula 1 vivió uno de sus fines de semana más interesantes para los equipos de media tabla durante el Gran Premio de Gran Bretaña, y uno de los focos principales estuvo puesto sobre el equipo Haas y su joven piloto británico, Oliver Bearman. El talentoso piloto, que volvió a subirse al VF-24 este fin de semana, confesó sentirse sorprendido por el aumento de confianza tras las recientes mejoras realizadas al monoplaza por parte del equipo estadounidense. Esta evolución no solo se notó en sus tiempos de vuelta, sino en la manera en la que fue capaz de atacar cada curva en el circuito de Silverstone.
Bearman, quien ya sorprendió al mundo con su impresionante debut en el Gran Premio de Arabia Saudí, está tomando cada oportunidad con seriedad y determinación. Su adaptación a la Fórmula 1 sigue siendo objeto de admiración tanto dentro como fuera del paddock. Según sus propias palabras, el salto de calidad del coche gracias al paquete de actualizaciones ha sido mucho mayor de lo que esperaba. La percepción de seguridad y firmeza en la tracción y el paso por curva han permitido al joven británico exprimir cada décima de segundo sin el temor habitual a cometer errores típicos de coches poco confiables.
Las actualizaciones, introducidas por Haas durante el Gran Premio de Gran Bretaña, fueron diseñadas para mejorar el agarre en curvas de alta velocidad y reducir la inestabilidad en condiciones cambiantes, algo crítico en Silverstone. Bearman destacó que la diferencia fue clara incluso comparando datos de telemetría entre las sesiones de libres y la clasificación, donde logró estar mucho más cerca de su experimentado compañero, Nico Hülkenberg. Este salto demuestra la eficacia del trabajo en fábrica y en pista, y la importancia de invertir en desarrollos incluso en equipos con presupuestos más ajustados.
En declaraciones durante el GP, Bearman no ocultó su entusiasmo: “El monoplaza se siente mucho más plantado y balanceado. Antes, siempre tenía la sensación de que debía dejar un margen, de no poder confiar en el eje trasero al entrar en las curvas rápidas. Ahora, con el nuevo paquete, la diferencia es enorme. Puedo atacar sin pensar que el coche me va a sorprender.” Este aspecto es vital en un deporte donde la confianza marca la diferencia entre estar simplemente en la parrilla o luchar por puntos valiosos.
El Gran Premio de Gran Bretaña es considerado uno de los retos técnicos más exigentes por sus curvas de alta velocidad como Maggots, Becketts y Chapel. Bearman resaltó cómo la mejora permitió no solo ser más rápido, sino también gestionar mejor los neumáticos y mantener un ritmo más constante. El equipo Haas identificó sus puntos débiles y, tras varias carreras sufriendo en aerodinámica y balance, la solución parece estar en el camino correcto. No obstante, el propio piloto reconoce que todavía queda trabajo por hacer, sobre todo para optimizar el coche en trazados urbanos o de baja carga aerodinámica.
Para los fans de la Fórmula 1, la progresión de Bearman trasciende lo anecdótico. Con tan solo 19 años, se está consolidando como el mayor talento británico desde George Russell y Lando Norris, siendo capaz de extraer el máximo de un monoplaza limitado. La reacción positiva al nuevo paquete técnico de Haas es también una señal de alerta para los rivales directos, especialmente Williams, AlphaTauri y Sauber, que luchan cada décima en la misma zona de la parrilla.
En el horizonte, se abre la puerta a que Haas, de la mano de Bearman y Hülkenberg, pueda dar alguna sorpresa en las próximas citas del calendario. El aprendizaje del joven piloto británico, potenciado ahora con la confianza en el monoplaza, podría ser el catalizador para sumar puntos fundamentales para el equipo estadounidense de aquí al final de la temporada. Sin duda, la Fórmula 1 sigue regalando historias apasionantes y protagonistas inesperados, demostrando que el verdadero espectáculo está también en la lucha de la zona media.
