El Gran Premio de Las Vegas sigue escribiendo emocionantes capítulos en su retorno a la Fórmula 1, y la segunda sesión de entrenamientos libres (FP2) dejó una serie de sorpresas y datos que no pasaron desapercibidos para los aficionados. Lando Norris, el talentoso piloto británico de McLaren, se adueñó de la hoja de tiempos, demostrando que el equipo de Woking llega con intenciones serias al deslumbrante trazado urbano estadounidense. Detrás de él, la joven sensación Andrea Kimi Antonelli y Charles Leclerc, vigente referencia de Ferrari, completaron el top 3 de la tanda, anunciando que la lucha por la pole y el podio estará más viva que nunca.
La pista, que se fue engomando a medida que avanzaba la noche, nos regaló imágenes para el recuerdo y curvas negociadas al límite en el corazón de “La ciudad del pecado”. Norris, quien ha ido escalando peldaños este 2024 consolidando su madurez, marcó un registro impresionante que no solo asombra por el ritmo, sino porque al hacerlo con gomas blandas prácticamente nuevas dejó claro que McLaren ha descendido positivamente su curva de aprendizaje en trabajos a baja carga y máxima velocidad punta, justo lo que exige Las Vegas.
Andrea Kimi Antonelli, el joven italiano que está en boca de todos por su fulgurante ascenso y el interés de varios equipos grandes de cara a próximos años, sorprendió al meterse segundo, rodando por delante de pesos pesados y demostrando que está listo para mayores responsabilidades. Leclerc, siempre rápido en clasificación, confirmó estar en la pelea a pesar de algunos contratiempos en la puesta a punto durante la jornada.
Detrás del trío de cabeza, se produjo una férrea lucha con nombres como George Russell, Max Verstappen y Carlos Sainz, quienes buscaron afinar la simulación de carrera y clasificación en un asfalto aún traicionero por la baja adherencia inicial. Las largas rectas y las exigentes frenadas pusieron a prueba tanto la resistencia de los neumáticos como la precisión de los pilotos, recordando la importancia de la gestión de la temperatura de los frenos y del ‘graining’ en este circuito tan particular.
Fernando Alonso, siempre luchador, fue protagonista de algunas maniobras audaces aunque su Aston Martin no terminó de encontrar el equilibrio ideal. Mercedes y Red Bull parecen reservar estrategias, evaluando distintas configuraciones aerodinámicas a la espera de condiciones más estables para la jornada del sábado, donde el asfalto ganará adherencia y permitirá que veamos los verdaderos límites de rendimiento.
Sin embargo, la alegría del público fue palpable. Las Vegas se desborda de celebraciones y los aficionados vibran con la modernidad que aporta este circuito nocturno. Han llegado miles de turistas atraídos por el glamour de la F1, el bullicio de los casinos y el espectáculo sin igual de ver monoplazas a más de 330 km/h rugiendo entre las luces de la ciudad. Los equipos aprovechan cada minuto de pista para ajustar al máximo y preparar estrategias muy abiertas que pueden sorprendernos en clasificación y especialmente en carrera.
La FP2 no solo fue veloz, sino que también nos dejó clara la igualdad en la zona media y un atisbo de incertidumbre en la cabeza. McLaren, Ferrari y Mercedes parecen separados por detalles mínimos, mientras que Red Bull rehuye protagonismo en los entrenamientos, esperando mostrar todas sus cartas en el momento decisivo. Las microscopias a los compuestos Pirelli serán clave, y la gestión del tráfico en clasificación, otro dolor de cabeza para los ingenieros de pista.
Con la noche de Las Vegas como telón de fondo, la emoción está servida para el resto del fin de semana. Los aficionados pueden esperar una batalla cerrada entre talento joven y figuras consagradas en un trazado que, poco a poco, está reclamando su lugar entre los clásicos modernos de la Fórmula 1. ¿Repetirá Norris su hazaña cuando esté en juego la pole? ¿Veremos a Antonelli como la gran revelación de la temporada o los veteranos como Leclerc y Sainz impondrán su experiencia? La respuesta llegará bajo las luces, en el espectáculo más vibrante del calendario.
