En el Gran Premio de México 2023 de Fórmula 1, los focos se centraron en una vez más en los equipos punteros, pero detrás de bastidores se vivieron estrategias y maniobras que merecen un análisis profundo. Uno de los protagonistas inesperados fue Yuki Tsunoda, piloto japonés de la escudería AlphaTauri, quien pese a las adversidades externas y decisiones corporativas, logró dejar una huella clara de su talento y determinación en la pista del Autódromo Hermanos Rodríguez.
El desempeño de Tsunoda durante el fin de semana mexicano fue una lección de agresividad controlada y resiliencia. La escudería AlphaTauri, propiedad de Red Bull, optó por estrategias que antepusieron otros intereses al resultado inmediato del piloto japonés, especialmente en el contexto de la siempre delicada relación entre AlphaTauri y el equipo principal Red Bull Racing. A pesar de esto, Tsunoda mostró madurez y una mejora significativa en su forma de afrontar situaciones de alta presión.
Durante la carrera, la gestión de neumáticos y los intercambios de posiciones resultaron habilidosos, y el japonés fue protagonista de intensas luchas, destacando sobre todo un vibrante duelo con Oscar Piastri que, aunque no terminó a su favor, mostró su carácter luchador. La decisión de permitir que Daniel Ricciardo, su compañero de equipo, lo adelantara estratégicamente fue controversial y levantó muchas cejas en el paddock, pues sacrificó la posibilidad de sumar puntos valiosos para el mundial de constructores.
Sin embargo, más allá de la fría estadística de los puntos, hay que resaltar lo que significa para Tsunoda haber mantenido la cabeza fría ante instrucciones de equipo que claramente despriorizaron su resultado. Esto no solo dejó patente su profesionalismo, sino que además reflejó la confianza que ha ido ganando dentro del seno de AlphaTauri y su capacidad de pensar en el largo plazo.
El duelo con Piastri también fue significativo por mostrar cómo Tsunoda ya no es el piloto impetuoso de sus primeras temporadas. Su enfoque ha evolucionado, priorizando el rendimiento constante sobre los riesgos innecesarios, aunque en esta ocasión el contacto con el piloto australiano le haya costado una posición valiosa. Los comentarios post-carrera enfatizaron que, de no ser por las prioridades impuestas por el equipo matriz, Yuki tenía argumentos de sobra para luchar por una posición dentro de los puntos, lo que habría sido un gran espaldarazo anímico tanto para él como para AlphaTauri, que se encuentra en un periodo de reconstrucción.
Cabe mencionar que la relación entre AlphaTauri y Red Bull Racing siempre será compleja. Las decisiones estratégicas suelen estar guiadas por intereses corporativos que a veces priorizan el máximo beneficio en conjunto, lo que puede dejar a pilotos como Tsunoda en situaciones subóptimas para brillar. Sin embargo, lo visto en México indica que el japonés entiende su papel y además está decidido a tener un protagonismo más relevante en el futuro cercano.
Con la temporada acercándose a su desenlace, Yuki Tsunoda ha demostrado que su evolución no solo responde a mejores resultados en sábados y domingos, sino también a un crecimiento como deportista y miembro clave dentro del equipo. Su actitud en pista y la gestión de situaciones adversas, sumadas a su ritmo de carrera, auguran que, más allá de los puntos que pudo perder, se ha ganado el respeto de la comunidad de la Fórmula 1 y la expectativa de que, con las oportunidades adecuadas, puede llegar mucho más alto en la máxima categoría del automovilismo.
