El Gran Premio de Abu Dabi volvió a deleitar a los aficionados con una segunda sesión de entrenamientos libres llena de emoción, estrategia y mucha exigencia técnica en el circuito de Yas Marina. A tan solo unos días del cierre de la temporada, los equipos aprovecharon al máximo esta sesión clave, con la pista bajo los focos y las temperaturas bajando progresivamente, condiciones idénticas a las que tendrán en clasificación y carrera.
Destacó la férrea lucha entre las principales escuderías, con Red Bull mostrando trazas de poderío, mientras Ferrari y Mercedes afinaban los últimos detalles en la puesta a punto. Max Verstappen volvió a marcar el ritmo, pese a algunos contratiempos en el tráfico, mientras su compañero Sergio Pérez optó por realizar simulaciones de carrera enfocado en la gestión de neumáticos, fundamental en Yas Marina por el desgaste y la evolución del asfalto a medida que cae la noche.
En los boxes de Mercedes se respiraba cierta tensión: Lewis Hamilton buscó entender el comportamiento del monoplaza tras una mañana complicada, centrándose en tandas largas que recordaron a los seguidores más veteranos a la época dorada de dominio de la escuadra germana. George Russell, por su lado, apostó por un enfoque más agresivo en las tandas cortas, intentando exprimir ese extra que puede marcar la diferencia en la batalla por el subcampeonato de constructores, que aún no está decidido.
Ferrari no se quedó atrás, con Charles Leclerc y Carlos Sainz rodando en configuraciones distintas para recoger la máxima información posible. Mientras el piloto madrileño se enfocó en el ritmo de carrera y la gestión del compuesto medio, Leclerc apostó por vueltas de clasificación con el neumático blando, dejando entrever que el Cavallino Rampante podría reservarse una sorpresa para el sábado. El equipo italiano centró sus esfuerzos en la degradación, sabiendo que la gestión de las gomas suele marcar la diferencia en Yas Marina, especialmente en la segunda mitad de carrera.
La sesión también fue crucial para los equipos de la zona media, con Aston Martin, McLaren y Alpine luchando por los últimos puntos que pueden decidir posiciones importantes en el campeonato de constructores. Lando Norris y Oscar Piastri mostraron un McLaren fiable, aunque sin la chispa arrolladora de los fines de semana previos, mientras Fernando Alonso exprimía el potencial del Aston Martin, enfocado en batir a sus rivales directos de Alpine y Williams.
El protagonismo también fue para los jóvenes pilotos, con varias incorporaciones puntuales en los cockpits durante la primera sesión libre, quienes continuaron trabajando mano a mano con los titulares para aportar frescura y datos valiosos. El circuito de Yas Marina suele ser una excelente plataforma para mostrar talento y aprender en condiciones de máxima presión, lo que augura una emocionante batalla para la jornada del sábado.
Como era de esperar, la gestión del tráfico fue uno de los grandes retos de la sesión. Los pilotos sufrieron para encontrar un hueco limpio en sus intentos de vuelta rápida, y las comunicaciones por radio revelaron cierta frustración en más de un equipo, anticipando una clasificación donde optimizar el momento en pista será casi tan importante como el rendimiento puro del monoplaza.
En resumen, la segunda sesión de libres en Abu Dabi dejó claro que nadie puede relajarse. Los márgenes son mínimos, la estrategia estará bajo lupa y todo apunta a un fin de semana donde el más mínimo error puede decidir campeonatos. Los aficionados pueden ilusionarse con una cita muy igualada en la que los más atrevidos y mejor preparados pueden llevarse la gloria bajo las icónicas luces de Yas Marina.