Lewis Hamilton sorprendió a propios y extraños al liderar la segunda sesión de entrenamientos libres del Gran Premio de Canadá, en un viernes marcado por la alternancia meteorológica y varios incidentes en pista. El piloto británico de Mercedes sacó partido de las cambiantes condiciones para firmar el mejor tiempo, superando a los dos Ferrari que hasta ahora se han mostrado sólidos durante el fin de semana.
La sesión arrancó sobre un asfalto todavía húmedo tras las lluvias de la mañana, obligando a los equipos a apostar por diferentes estrategias de neumáticos. Los primeros minutos estuvieron marcados por cierta cautela, aunque enseguida los pilotos comenzaron a buscar los límites, importantes de cara a la clasificación que se espera también con clima variable. En este contexto, Hamilton encadenó varias vueltas consistentes y terminó con un espectacular 1:13.718, confirmando el resurgimiento de Mercedes en el circuito Gilles Villeneuve.
Ferrari no se quedó atrás y tanto Charles Leclerc como Carlos Sainz se situaron justo detrás del múltiple campeón del mundo, evidenciando un paso adelante notable en ritmo de vuelta respecto a anteriores Grandes Premios. Mientras Leclerc finalizó a tan solo 0.374 segundos, Sainz quedó 0.541 por detrás del mejor tiempo, consolidándose ambos en el top 3 al finalizar la jornada. La Scuderia, tras su victoria en Mónaco, vuelve a mostrarse como el principal rival de Red Bull, que en Canadá está teniendo más dificultades.
El gran damnificado de la sesión ha sido Lando Norris. El británico de McLaren tocó el muro a falta de media hora para el final de los libres, dañando considerablemente su coche y teniendo que abandonar prematuramente. Este percance deja dudas sobre el potencial real de McLaren de cara a la clasificación y, especialmente, al domingo, donde venían de exhibirse como la principal amenaza para Red Bull. Oscar Piastri, por su parte, también tuvo problemas con el equilibrio de su monoplaza, lo que obligará al equipo de Woking a trabajar a fondo durante la noche.
Red Bull tampoco vivió una jornada tranquila, especialmente con Max Verstappen. El campeón neerlandés apenas pudo rodar 23 vueltas debido a un problema técnico en su monoplaza, que lo dejó parado en boxes durante buena parte de la FP2. Aunque sigue siendo uno de los favoritos, tanto Verstappen como su compañero Sergio Pérez terminaron lejos de los mejores tiempos, en una muestra más de que en Canadá nada está garantizado y la lucha por la pole estará más abierta que nunca.
Otros nombres destacados fueron los de Fernando Alonso y Lance Stroll, con Aston Martin trabajando intensamente en buscar la adaptación de su monoplaza a las particularidades del trazado canadiense, famoso por los pianos agresivos y las frenadas al límite. Tanto Alonso como Stroll ocuparon posiciones discretas, pero dejaron buenas sensaciones en tandas largas, lo que podría ser clave en una carrera donde la gestión de neumáticos y la estrategia suelen marcar la diferencia.
La meteorología sigue siendo una gran incógnita para el resto del fin de semana. Las previsiones apuntan a más lluvia tanto para la clasificación como para la carrera, lo que promete regalar a los aficionados una prueba impredecible, llena de alternativas y opciones para los distintos equipos de la parrilla. Circuitos como Montréal, con sus escapatorias tan próximas y muros acechantes, suelen deparar emociones fuertes en mojado, remontadas imposibles y hasta la posibilidad de ver ganadores inesperados.
En definitiva, el viernes canadiense ha dejado claro que la igualdad está servida y que Mercedes y Ferrari llegan decididos a desafiar la hegemonía de Red Bull. Con Hamilton reencontrando sensaciones y la Scuderia al acecho, la afición puede prepararse para un fin de semana vibrante. Nada está decidido en Montréal, y la incertidumbre es máxima, tanto por el clima como por el rendimiento de los equipos. ¡El espectáculo está asegurado!
