El mundo de la Fórmula 1 nunca deja de sorprender con sus intrigas y decisiones fuera de la pista. Uno de los temas más debatidos recientemente en el paddock es el futuro de Liam Lawson, joven piloto de Nueva Zelanda, quien parecía tener su destino ligado al equipo Red Bull o su escudería hermana, Visa Cash App RB para la temporada 2025. A pesar de su impresionante desempeño como sustituto en 2023, las puertas titulares de F1 se han cerrado momentáneamente para el neozelandés, una decisión que ha causado controversia incluso dentro del propio equipo austriaco.
Max Verstappen, actual triple campeón del mundo y máxima figura de Red Bull Racing, ha expresado abiertamente su desacuerdo con el manejo de la situación de Lawson. El neerlandés consideró públicamente que Lawson merecía una oportunidad después de su sólido papel cubriendo la baja de Daniel Ricciardo el año pasado. Según Verstappen, el joven piloto demostró madurez, velocidad y una entrega que rara vez se observa en suplentes tan inexpertos, destacando especialmente su espectacular fin de semana en Singapur.
La decisión de Red Bull de mantener su alineación actual tanto en el equipo principal como en el filial, con Yuki Tsunoda y Daniel Ricciardo confirmados en RB para 2025, dejó pocas opciones para que Lawson obtenga un asiento titular. Este movimiento ha sido interpretado por varios analistas y aficionados como un riesgo: Red Bull se arriesga a perder a uno de los talentos emergentes más prometedores debido a la falta de espacio para nuevos pilotos.
El futuro de Lawson como tercer piloto puede ser una oportunidad limitada. Históricamente, pilotos como Oscar Piastri y Nyck de Vries han demostrado que un año en el banquillo puede ser positivo solo si finalmente se abren puertas al año siguiente. Sin embargo, la presión y el ritmo de la Fórmula 1 pueden jugar en contra, pues el olvido mediático y la falta de kilometraje real pueden inhibir el progreso de un joven talentoso con hambre de competir al máximo nivel.
Lo cierto es que el comentario de Verstappen revela una fisura interna en la gestión de talentos del programa Red Bull. La marca tiene fama de ser despiadada con sus pilotos jóvenes, promocionando y descartando con rapidez a quienes no cumplen expectativas inmediatas. No obstante, la continuidad de Ricciardo y Tsunoda parece responder más a políticas de marketing, experiencia y estabilidad, en un momento crítico en el que la filial busca afianzarse como escuadra de mitad de parrilla.
Por otro lado, no se puede subestimar el entusiasmo que Lawson ha generado entre los fans y observadores expertos. Su llegada a la F1 fue una bocanada de aire fresco: mostró temple ante la adversidad y se permitió pelear codo a codo con pilotos de mucha mayor experiencia, siendo incluso capaz de superar a Tsunoda varias veces en condiciones complicadas. Si Red Bull finalmente opta por no subirlo en 2026, su perfil podría captar la atención de otras escuderías interesadas en juventud y calidad comprobada.
En un campeonato tan competitivo como el actual, donde los asientos son cada vez más codiciados y escasos, la situación de Lawson es reflejo de la complejidad para ascender en la élite. Las declaraciones de Verstappen no son solo una muestra de apoyo entre compañeros, sino también un llamado a la autocrítica colectiva sobre cómo se gestionan los talentos emergentes en la Fórmula 1 moderna.
¿Será capaz Lawson de mantenerse en el entorno de Red Bull hasta encontrar su oportunidad, o será otra promesa que el sistema deja escapar? Lo cierto es que el telón aún no baja en su caso y el 2025 será una temporada decisiva tanto para su carrera como para la política interna del gigante energético austriaco.