La temporada 2024 de Fórmula 1 ha llegado a su ecuador y, aunque el protagonismo suele recaer en los equipos punteros, el caso de Kick Sauber (anteriormente Alfa Romeo) requiere un análisis detallado. El equipo con sede en Hinwil está atravesando un año complicado, sin puntos en el casillero y con muchas preguntas sobre su rendimiento, estrategia y futuro, especialmente con la esperada llegada de Audi en 2026. ¿Qué está ocurriendo en Sauber y cuáles son los focos de esperanza de cara a la segunda mitad del campeonato?
A diferencia de temporadas anteriores, donde de vez en cuando sorprendían en la zona de puntos, 2024 ha sido frustrante para ambos pilotos, Valtteri Bottas y Zhou Guanyu. La falta de competitividad del monoplaza, especialmente en clasificación, ha condenado al equipo a luchar en el fondo de la parrilla, casi siempre luchando con Williams y ocasionalmente con Haas o Alpine. Los problemas se han multiplicado con paradas lentas en boxes y una clara falta de ritmo desde Australia hasta el GP de Canadá.
Sin embargo, no todo es negativo. El equipo ha mostrado resiliencia intentando extraer el máximo del paquete técnico disponible, y tanto Bottas como Zhou han mantenido la motivación a pesar de las circunstancias. Esta actitud será crucial cuando lleguen las primeras grandes mejoras prometidas para después del parón veraniego. El GP de Mónaco demostró que, en circuitos muy especiales y con condiciones favorables, Sauber puede meterse de nuevo en la lucha de media tabla, como se evidenció en la batalla de Zhou en las calles del Principado. Pero esos destellos siguen siendo escasos.

Uno de los mayores quebraderos de cabeza para el equipo está siendo la fiabilidad y la agilidad en boxes. Sauber es, con diferencia, el equipo más lento en las paradas, lo que ha costado segundos cruciales en carrera. Esta tendencia preocupa porque, en una zona tan apretada como la parte baja de la parrilla, cualquier mínimo error penaliza gravemente. Las mejoras para la segunda parte del año deberían abordar estos aspectos, aunque el enfoque incremental podría no ser suficiente para luchar de manera regular por los puntos.
A nivel de pilotos, la temporada está probando la experiencia y el temple de Bottas, quien parece cada vez más cómodo en el rol de líder del equipo a la espera de la revolución que podría suponer el desembarco de Audi. Zhou, por su parte, necesita aprovechar cada oportunidad para demostrar consistencia, bajo la amenaza de posibles cambios en la alineación para 2025. Se rumorea que Sauber podría recurrir a talentos jóvenes para acelerar su aprendizaje de cara al futuro, con nombres como Théo Pourchaire en circulación.
El trasfondo de todos estos desafíos es la expectación de cómo Audi transformará la estructura de Sauber en los próximos años. Si bien 2024 se está tornando como una temporada de transición, cualquier punto conseguido en la segunda mitad será celebrado como una victoria moral. La afición espera mejoras en el desarrollo aerodinámico y, sobre todo, una estrategia clara para salir de la cola de la tabla y volver a soñar en grande. La clave será no rendirse y mantener la cohesión interna mientras se sientan las bases para un proyecto a largo plazo que, con el apoyo de Audi, aspira a devolver a Sauber al lugar que merece en la parrilla.
En definitiva, la segunda parte de este curso será decisiva para medir la capacidad de reacción de Hinwil y su voluntad de permanencia en la élite. Los aficionados a la F1 seguirán muy de cerca cada mejora, cada error en boxes y, sobre todo, el espíritu de superación de un equipo que nunca deja de soñar, aunque la meta parezca lejana.