La temporada 2021 de la Fórmula 1 pasará a la historia como una de las más emocionantes y polémicas que se recuerdan, sobre todo gracias al espectacular enfrentamiento entre Max Verstappen y Lewis Hamilton. Dos de los mejores pilotos de la era moderna llegaron a la última carrera en Abu Dabi igualados a puntos, algo inédito en el deporte desde hace décadas. En un duelo memorable, Verstappen logró arrebatarle el título a Hamilton en la última vuelta, escribiendo así un nuevo capítulo dorado en la historia de la F1.
Desde los primeros compases del Gran Premio de Abu Dabi, la tensión se palpaba en el ambiente. Hamilton, con siete campeonatos del mundo, salía decidido a demostrar su experiencia, mientras que Verstappen, ansioso por conseguir su primer título, mostró una agresividad sumamente calculada. La salida fue eléctrica: Hamilton adelantó a Verstappen en los primeros metros, pero los comisarios no intervinieron en la polémica maniobra, dejando claro que esta iba a ser una carrera decidida tanto en pista como fuera de ella.
A lo largo de las vueltas, la estrategia de los equipos jugó un papel fundamental. Red Bull realizó decisiones arriesgadas, como el cambio de neumáticos de Sergio Pérez, quien se erigió en héroe momentáneo al ralentizar a Hamilton y permitir que Verstappen se mantuviera cerca. La tensión crecía vuelta a vuelta, con los dos títulos pendiendo de un hilo y los aficionados al filo de sus asientos por lo imprevisible que era cada vuelta. El desenlace, sin embargo, sería aún más dramático de lo que cualquiera podría haber imaginado.
Faltando tan solo unas vueltas para el final, el accidente de Nicholas Latifi sacudió la carrera y propició la entrada del coche de seguridad. En ese momento, Hamilton lideraba ampliamente, pero Red Bull aprovechó la oportunidad para montar neumáticos blandos a Verstappen, en busca de una última oportunidad. El caos se apoderó del circuito cuando dirección de carrera decidió que solo los coches con vuelta perdida entre Hamilton y Verstappen podían desdoblarse. Así, el neerlandés se encontró pegado a la parte trasera del Mercedes del británico justo en la resalida para la última vuelta.
Lo que sucedió a continuación quedó grabado en la memoria colectiva. Verstappen, aprovechando la superioridad de sus neumáticos, adelantó a Hamilton en una maniobra espectacular, asegurando su primer campeonato del mundo en la última curva de la temporada. Las imágenes del piloto neerlandés celebrando eufóricamente, así como la decepción visible de Hamilton y todo Mercedes, dieron la vuelta al mundo. Ambos pilotos mostraron respeto mutuo, conscientes de haber protagonizado una de las temporadas más épicas.
La controversia no tardó en llegar después de la bandera a cuadros. Mercedes protestó por las decisiones tomadas durante el coche de seguridad, pero la FIA, pese a reconocer posibles errores de procedimiento, mantuvo a Verstappen como campeón. Este final tan polémico suscitó debates durante meses y provocó una revisión profunda de los reglamentos y procedimientos en la Fórmula 1, además de modificar la estructura interna de la dirección de carrera.
Ese desenlace en Yas Marina consagró a Max Verstappen como una superestrella e intensificó la rivalidad entre él y Hamilton. También recordó a los fanáticos la esencia impredecible y emocionante de la Fórmula 1, donde nada está decidido hasta que ondea la bandera a cuadros. Aquella noche en Abu Dabi no solo se decidió un campeón: se forjó una leyenda contemporánea de la velocidad, y la afición supo que había presenciado una de las mayores páginas de la F1 moderna.
