La temporada 2024 de Fórmula 1 ha sido todo un reto para el equipo Kick Sauber, un año marcado por esfuerzos intensos, momentos complicados y destellos de esperanza que sus aficionados llevan esperando mucho tiempo. Con una historia rica en la categoría reina, la escudería suiza afrontó una campaña donde las expectativas eran altas, sobre todo con la transición inminente al proyecto Audi para 2026. Sin embargo, los resultados no han estado a la altura de lo que un equipo de fábrica podría aspirar, lo que genera muchas preguntas sobre el futuro inmediato y a mediano plazo.
Bajo la dirección de Alessandro Alunni Bravi y con el esfuerzo constante de los pilotos Valtteri Bottas y Zhou Guanyu, Kick Sauber arrancó el 2024 con cambios técnicos y un nuevo patrocinador principal, lo que renovó la ilusión. Sin embargo, desde la pretemporada se notaron carencias de rendimiento y fiabilidad. Los problemas persistieron durante los primeros Grandes Premios; en varias carreras, las malas paradas en boxes y problemas hidráulicos dejaron escapar valiosos puntos, frustrando tanto a los pilotos como a la afición.
En el cuerpo a cuerpo, Bottas mostró en más de una ocasión su experiencia y talento, luchando regularmente por entrar en la Q2 y sacando el máximo partido de un monoplaza que, aunque fiable en algunas ocasiones, carecía del ritmo necesario para escalar posiciones. Zhou, por su parte, alternó grandes salidas y maniobras agresivas con errores de juventud, aunque dejando detalles interesantes que podrían valerle una renovación. Nada fue sencillo para el equipo de Hinwil este año.
Uno de los peores momentos de la temporada fue, sin duda, el Gran Premio de Canadá. Allí, ambos monoplazas tuvieron que abandonar tras sendos incidentes provocados por averías hidráulicas, una falla poco habitual en la categoría y que puso en tela de juicio la fiabilidad del Sauber C44. Esa carrera marcó seguramente el punto más bajo del año, pues el equipo vio cómo se esfumaban las pocas esperanzas de sumar puntos en una pista donde históricamente han mostrado buenas actuaciones.
Pero no todo fue gris en Hinwil. Uno de los mejores momentos llegó en el Gran Premio de Mónaco, donde la estrategia y el temple de Bottas permitieron al equipo acariciar la zona de puntos al cruzar la meta en una meritoria undécima posición. Aunque no lograron materializar puntos, la actuación del finlandés en el trazado urbano demostró que, si las piezas encajan, el equipo aún puede mirar hacia arriba y luchar con los equipos de mitad de parrilla.
Además, la progresión de Zhou es digna de mención. El piloto chino demostró un mayor aplomo en condiciones cambiantes y supo mantener la compostura en situaciones de gran presión. Su constancia y su capacidad para evolucionar en carrera pueden ser una de las grandes bazas para el futuro de la escudería, sobre todo pensando en el nuevo ciclo con Audi a partir de 2026.
Ya mirando hacia adelante, la temporada 2025 se presenta como un año de transición, pero crucial para sentar las bases de lo que será la nueva era Audi-Sauber. La estructura técnica ya comienza a reforzarse y se espera que la inversión y el desarrollo del monoplaza crezcan significativamente. La gran incógnita recae, eso sí, en si Bottas y Zhou continuarán al mando o si la marca de los cuatro aros apostará por una renovación total de la dupla de pilotos.
Mientras tanto, los tifosi de Sauber deben armarse de paciencia, pero no perder la fe: el futuro parece prometedor si se logran corregir los errores de este año y aprovechar la experiencia adquirida. Sin duda, el “paddock” estará muy pendiente de lo que ocurra en Hinwil en los próximos meses. La Fórmula 1 siempre da segundas oportunidades a los equipos que saben aprender y reinventarse.
