La escudería Sauber se encuentra en un punto crucial de su historia en la Fórmula 1. Con el enorme cambio regulatorio que se avecina para 2026 y la progresiva transformación hacia el equipo Audi, muchos podrían pensar que la temporada 2025 será poco más que un año de transición para los de Hinwil. Sin embargo, el equipo suizo ha dejado claro que no tiene intención de abandonar la lucha en la parrilla el año próximo, sino que apunta a mantener la intensidad y buscar resultados sólidos mientras se prepara para el futuro.
A lo largo de los últimos años, Sauber ha atravesado múltiples metamorfosis, incluyendo el paso por Alfa Romeo y, próximamente, la llegada de Audi como socio y propietario mayoritario. Este escenario les permite beneficiarse de recursos ampliados y una perspectiva a largo plazo, algo de lo que carecieron en el pasado reciente. Pese a las tentaciones de centrar el 100% del esfuerzo en el nuevo monoplaza para 2026, en Hinwil han decidido seguir invirtiendo en el desafío del 2025. “No nos podemos permitir dejar pasar una temporada. Cada punto, cada resultado, cada desarrollo, suma para seguir avanzando en competitividad y reputación”, apuntan desde la fábrica suiza.
La realidad es que 2025 será un año inusual en la Fórmula 1. Por un lado, será la última campaña bajo las actuales regulaciones antes de los cambios radicales en chasis y motorización para 2026. Por el otro, marcará el cierre de una era para Sauber como equipo independiente antes de la total integración bajo la insignia de Audi. El desafío reside en equilibrar la gestión de dos proyectos paralelos sin descuidar la competitividad inmediata. Los recursos, humanos y técnicos, están siendo estratégicamente distribuidos para no perder el ritmo respecto a sus rivales directos, mientras los departamentos de investigación y desarrollo ya trabajan de lleno en la estructura Audi para el nuevo ciclo reglamentario.
El director del equipo ha insistido en que mantener la motivación del equipo y mejorar el monoplaza es clave para atraer y retener talento, así como para preparar a los pilotos para la nueva etapa. Sauber sabe que los resultados de 2025 no solo impactan en la clasificación, sino que también influyen directamente en los ingresos por derechos comerciales y en la percepción de los patrocinadores, elementos fundamentales en la estructura financiera de cualquier escudería moderna.
Además, no hay que olvidar que Sauber cuenta actualmente con una de las parejas de pilotos más prometedoras de la zona media de la parrilla. Valtteri Bottas y Zhou Guanyu han demostrado profesionalidad y dedicación, y el propio equipo les da un rol crucial como piezas de desarrollo, tanto en pista como en simulador. El aprendizaje conjunto y la retroalimentación resultan valiosos a la hora de preparar el salto a la era Audi, pero igualmente vitales para tratar de sumar puntos y desafiar a equipos como Williams, Haas o Alpine durante la próxima temporada.
Con Audi ya mostrando músculo en algunos aspectos técnicos y logísticos, la estructura de Hinwil está reforzando sus capacidades para gestionar la transición sin perder competitividad. El nuevo túnel de viento, las actualizaciones en simuladores y la contratación de ingenieros de primer nivel son señales de que Sauber va muy en serio en su objetivo de acabar en lo más alto del pelotón antes de la transformación definitiva.
Para los aficionados, la temporada 2025 será la última oportunidad de ver a la histórica Sauber compitiendo bajo su propio nombre y ADN antes del cambio de piel total a Audi. Cada carrera del calendario será una cuenta atrás emocionante, en la que el equipo buscará despedirse de su legado independiente con actuaciones memorables y, por qué no, con alguna sorpresa en la parrilla.
Sauber afronta 2025 con ambición y sin miedo a los retos, sabiendo que los cimientos que ponga ahora podrán valerles oro cuando lo apuesten todo por Audi. Los fans no deberían perderles de vista: en la Fórmula 1, hasta una temporada de transición puede esconder historias de grandeza.
