El Gran Premio de Italia es uno de los eventos más esperados del calendario de la Fórmula 1, celebrado en el icónico Autódromo Nazionale di Monza. Más allá de la adrenalina de las carreras, Monza y sus alrededores ofrecen una variedad de actividades para los aficionados que desean aprovechar al máximo su visita. Entre ellas, destacan las rutas para correr y ciclar, ideales para quienes buscan combinar deporte, naturaleza e historia automovilística en un solo destino. A continuación, exploramos las mejores opciones para vivir una experiencia única antes, durante o después del gran espectáculo de la F1.
Monza no es solo sinónimo de velocidad sobre asfalto; su majestuoso parque, el Parco di Monza, es el telón de fondo perfecto para quienes disfrutan del ejercicio al aire libre. Este parque, uno de los más grandes de Europa, abarca más de 600 hectáreas, lo que permite encontrar rutas tranquilas y panorámicas tanto para corredores como para ciclistas. Sin duda, es el lugar ideal para respirar profundo, correr bajo árboles centenarios y, para los más fanáticos, imaginar el rugido de los monoplazas en el célebre trazado cercano.
Para los corredores, el circuito conocido como “Giro del Parco” recorre aproximadamente 7,5 kilómetros de caminos pavimentados y senderos rodeados de naturaleza. Pasarás por el majestuoso Palazzo Reale y podrás vislumbrar partes del circuito real de F1 entre zonas boscosas y jardines históricos. Si prefieres rutas más cortas, hay recorridos de 3 a 5 kilómetros que también atraviesan puntos emblemáticos y ofrecen un ambiente vibrante durante todo el fin de semana del Gran Premio.
Los amantes de la bicicleta también encontrarán rutas que mezclan desafío y placer. El Parco di Monza dispone de varios caminos aptos para todos los niveles, desde tranquilos paseos familiares hasta trayectos más largos de hasta 15 kilómetros que bordean el río Lambro. Una de las opciones más sugeridas por los locales incluye pasar por puentes históricos, pequeñas villas y la emblemática Torretta Viscontea antes de volver al punto de partida. Para los más aventureros, existen rutas que conectan Monza con el centro de Milán, lo que permite disfrutar tanto de la naturaleza como del dinamismo urbano en un solo viaje.
Una recomendación imperdible para los verdaderos fanáticos de la F1 es recorrer los caminos que bordean partes del histórico circuito, incluyendo la famosa Curva Parabólica y restos de la antigua pista ovalada. En estos trayectos es fácil cruzarse con otros aficionados intercambiando anécdotas e impresiones del fin de semana. No es raro que grupos de seguidores, incluso de equipos rivales, compartan rutas y el entusiasmo por la pasión que despierta la Fórmula 1 en Monza, conocida por su atmósfera única e irrepetible.
Para quienes desean salir de la rutina y descubrir otra faceta de la región lombarda, los alrededores de Monza también ofrecen excelentes rutas en el Parque del Río Adda. Allí, la combinación de paisajes naturales y construcciones históricas –como el Puente de Paderno y las centrales hidroeléctricas diseñadas por Leonardo da Vinci– complementan una escapada perfecta, siempre ligados al inconfundible ambiente del Gran Premio.
Antes de lanzarte a estas rutas, no olvides prepararte adecuadamente: lleva agua, protégete del sol y suma alguna prenda o accesorio de tu escudería favorita para sentirte parte de esta comunidad mundial. Los eventos de F1 en Monza no solo son adrenalina en la pista, sino una oportunidad para disfrutar de un entorno único, lleno de historia, cultura y, sobre todo, pasión por el automovilismo.
Vivir el Gran Premio de Italia en Monza es una experiencia inigualable. Pero explorar sus rutas de running y ciclismo añade un nuevo nivel de emoción, permitiéndote revivir la historia y la energía del trazado en cada paso o pedaleada. Así, tu visita se transformará en una aventura inolvidable tanto dentro como fuera del circuito, sumergiéndote por completo en la magia del “Templo de la Velocidad”.
