La temporada 2024 de la Fórmula 1 no da respiro y, tras el Gran Premio de Azerbaiyán, Ferrari se encuentra en el centro de todas las miradas. A pesar de haber iniciado el año con grandes mejoras y aspiraciones de pelear por victorias, el equipo de Maranello experimentó un fin de semana complejo en Bakú que ha encendido las alarmas tanto en los pilotos como en la dirección técnica. La principal preocupación de Charles Leclerc y de su entorno radica en la falta de ritmo frente a sus rivales directos, especialmente Red Bull y Mercedes, quienes parecen tener una mejor adaptación al rápido y exigente trazado urbano de la capital azerbaiyana.
Charles Leclerc, que partía desde una posición prometedora, rápidamente fue superado tanto por Checo Pérez como por Max Verstappen, quienes no solo le arrebataron la punta, sino que se escaparon con facilidad favorecidos por una mayor estabilidad en el monoplaza y una menor degradación de neumáticos. Para Leclerc, el resultado fue claro: "Debemos reaccionar. A pesar de los progresos realizados desde la temporada pasada, no hemos sido capaces de pelear realmente contra Red Bull en condiciones de carrera", declaró el piloto monegasco tras la carrera.
El análisis interno en Ferrari revela que la degradación de las gomas traseras sigue siendo uno de los principales puntos débiles. El ritmo a una vuelta sigue siendo competitivo, como quedó demostrado con la pole position de Leclerc, pero en condiciones de carrera el SF-24 sufre más que sus rivales para mantener un rendimiento constante. La falta de flexibilidad en la gestión de neumáticos y un ritmo en stint largo inferior han obligado al equipo a reconsiderar algunas soluciones aerodinámicas de cara a las próximas citas del calendario.
Otro punto interesante fue el acercamiento de Lewis Hamilton, quien sigue muy de cerca los pasos de Ferrari desde su nuevo puesto en Mercedes. El británico, que conoce de primera mano la presión de desarrollar mejoras a lo largo del año, brindó su opinión sobre la situación del equipo italiano: "Ferrari ha avanzado mucho, sobre todo en clasificación, pero en carrera parece que aún les falta algo. La temporada es larga, y estoy seguro de que pueden dar guerra si encuentran la dirección adecuada", apuntó el siete veces campeón del mundo tras la carrera.
Los próximos Grandes Premios serán cruciales para Ferrari. La Scuderia ya ha anunciado la intensificación del desarrollo de su monoplaza, y se esperan importantes mejoras tanto en el paquete aerodinámico como en la gestión de neumáticos para las próximas competencias en circuitos como Mónaco y España. La presión de la afición y del propio Leclerc es máxima, pues Ferrari busca dar el ansiado salto de calidad que le permita luchar de tú a tú con Red Bull y Mercedes en la lucha por el campeonato.
Mientras tanto, el paddock y los aficionados de la Fórmula 1 permanecen expectantes. Ferrari ha dado muestras de progreso, pero las exigencias del campeonato requieren adaptación, evolución y una rápida respuesta ante los desafíos técnicos. Si bien el rendimiento en clasificación sigue siendo un arma poderosa para los de Maranello, el verdadero reto radica en trasladar ese potencial al domingo y sumar una consistencia que les permita celebrar victorias más allá de las poles.
Por delante esperan nuevas oportunidades y, sin duda, una batalla intensa entre las escuderías punteras. Los fans de Ferrari continúan soñando con ver a sus pilotos de rojo en lo más alto del podio y, de cara al resto de la temporada, todo parece indicar que los próximos desarrollos serán determinantes para definir si el cavallino rampante está finalmente listo para volver a desafiar la hegemonía de Red Bull y Mercedes en la era moderna de la Fórmula 1.
