El Gran Premio de Singapur 2023 nos regaló una de las carreras más emocionantes de la temporada, rompiendo la hegemonía de Red Bull y devolviendo la esperanza a los aficionados que ansiaban ver nuevas caras en lo más alto del podio. La legendaria pista de Marina Bay nunca decepciona, y este año, las calles iluminadas sirvieron como escenario de grandes gestas deportivas y algún que otro descalabro inesperado. Analizamos los grandes protagonistas y decepciones de este vibrante fin de semana asiático.
Uno de los más destacados fue Carlos Sainz, quien se consagró con una actuación magistral no solo por su ritmo, sino también por su inteligencia estratégica. El piloto madrileño supo controlar la carrera de principio a fin, administrando su ventaja sobre el resto de competidores y, con gran frialdad, gestionó el DRS para que Lando Norris pudiera defenderse de los Mercedes, asegurando así su ansiada victoria. Sin duda, este triunfo no solo significa un golpe de autoridad para Ferrari, sino que también eleva la moral de la escudería de Maranello de cara a la parte final del campeonato.
El británico Lando Norris fue otro de los grandes protagonistas del fin de semana. El piloto de McLaren se mantuvo constante durante toda la carrera, aprovechando la oportunidad y la colaboración con Sainz para lograr un valiosísimo segundo puesto. Este resultado consolida la remontada de McLaren tras sus complicados inicios de temporada y refuerza la confianza del equipo en su proyecto de futuro, demostrando que pueden plantarle cara a los pesos pesados del paddock.
Otro nombre propio de la noche fue Lewis Hamilton, que finalizó en el podio, aprovechando la oportunidad cuando su compañero George Russell cometió un error fatal en la última vuelta. El campeón británico demostró, una vez más, por qué sigue siendo uno de los mejores pilotos de la parrilla, capitalizando cada oportunidad y ofreciendo batalla hasta el último momento. Para Mercedes, la estrategia arriesgada mereció la pena y saca de Singapur puntos importantes para el campeonato de constructores.
Sin embargo, no todo fue felicidad bajo las luces nocturnas de Marina Bay. Red Bull, que hasta Singapur había ganado todas las carreras de la temporada, sufrió un inesperado traspié. Ni Max Verstappen ni Sergio Pérez encontraron el ritmo y las condiciones adecuadas para luchar por el podio. Los problemas de configuración y el desconocido comportamiento de los neumáticos pusieron fin a su racha de victorias. Este resultado, aunque seguramente anecdótico en el campeonato, servirá de advertencia y de motivación extra al equipo austríaco para evitar cualquier debilidad en el futuro.
Entre los nombres destacados también figura Liam Lawson, piloto reserva de AlphaTauri que, en su tercera aparición, logró sus primeros puntos en la categoría reina. Lawson impresionó con un gran ritmo y madurez al volante, superando a su compañero y demostrando que merece más oportunidades en el gran circo de la Fórmula 1. Su actuación no pasó desapercibida y deja la puerta abierta a un futuro prometedor.
Por otro lado, equipos como Aston Martin y Alpine salieron de Singapur con más dudas que certezas. Tanto Fernando Alonso como Esteban Ocon sufrieron con la fiabilidad y las condiciones de la pista, acumulando errores y abandonos inesperados. Para Alonso especialmente, la cita asiática fue un duro golpe a sus aspiraciones de luchar por podios, aunque el asturiano seguramente intentará resarcirse en los próximos encuentros.
En resumen, el GP de Singapur nos devolvió la emoción de los fines de semana impredecibles, con estrategias audaces, errores fatales y sorpresas hasta la bandera a cuadros. La lucha por el subcampeonato se mantiene viva y la temporada nos recuerda que cualquier cosa puede pasar bajo las luces de la Fórmula 1.
