La segunda sesión de entrenamientos libres del Gran Premio de Azerbaiyán de Fórmula 1 estuvo marcada por sorpresas, errores y prometedoras señales para varios equipos de la parrilla. Uno de los protagonistas indiscutibles fue Lando Norris, quien llegaba a Bakú con grandes expectativas tras los notables avances del equipo McLaren en las últimas carreras. Sin embargo, un pequeño pero costoso error en la FP2 puso en entredicho el excelente ritmo mostrado por el piloto británico, encendiendo las alarmas en el garaje naranja.
Durante una intensa sesión en el circuito urbano de Bakú, Norris buscaba aprovechar cada vuelta para afinar el ajuste de su monoplaza y comprender mejor el comportamiento de los neumáticos blandos en este exigente trazado. En medio de esa búsqueda de los límites, Lando cometió un ligero despiste que terminó por arruinar una de sus vueltas rápidas más prometedoras. El joven piloto se disculpó posteriormente por la pérdida de tiempo y la oportunidad desaprovechada, consciente de lo valioso que resulta cada kilómetro de rodaje en un fin de semana apretado y crucial para las aspiraciones de McLaren.
En sus declaraciones posteriores en zona mixta, Norris fue autocrítico y sincero. No dudó en admitir la responsabilidad de su error, pero quiso centrarse en los aspectos positivos: “Perder ese giro fue frustrante, pero hemos sacado muchas conclusiones útiles y el coche se siente mucho mejor que en las primeras carreras”. A pesar de la contrariedad, el optimismo reina en el seno del equipo, gracias a las mejores prestaciones vistas tanto en tandas cortas como en simulaciones de carrera.
El Circuito de Bakú es conocido por sus largas rectas y sus exigentes frenadas, donde los errores pueden penalizar gravemente a pilotos y equipos. En ese sentido, la experiencia vivida por Norris puede servir como advertencia para el resto de la parrilla, especialmente en una temporada donde la igualdad es máxima y los pequeños detalles marcan la diferencia. El propio Lando confesó que el margen de mejora aún es significativo, pero insistió en que el MP4-40 ha respondido bien ante los cambios realizados por los ingenieros de Woking.
Entre los rivales, Aston Martin y Ferrari mostraron señales de fortaleza, con Fernando Alonso y Charles Leclerc firmando tiempos competitivos en ambas sesiones. Sin embargo, la atención mediática se ha centrado en Red Bull y su aparente solvencia en el asfalto azerí, con Max Verstappen liderando de manera constante. Para McLaren, la lucha principal pasa primero por acercarse y consolidarse como el cuarto equipo, aunque sorprendiendo ocasionalmente con resultados contra los favoritos.
Cabe destacar también el papel de los neumáticos, especialmente ante la incertidumbre que genera la degradación en Bakú, una pista famosa por sus cambios de temperatura y su asfalto resbaladizo. Norris admitió que encontrar la ventana óptima de trabajo de los neumáticos es otra de las claves del fin de semana, junto al desafío de mantener la concentración en el siempre traicionero segundo sector, donde suelen cometerse la mayoría de errores.
De cara a la clasificación, el piloto británico no baja los brazos y anticipa una sesión muy apretada. “Sabemos que la parrilla está muy igualada esta temporada. Todo puede cambiar de una tanda a otra, así que hay que estar listos y aprender de cada pequeño fallo”, concluyó Norris con un tono combativo y ambicioso.
En definitiva, el Gran Premio de Azerbaiyán promete emociones fuertes tanto en la calificación como en la carrera, y los aficionados de McLaren tienen razones para ser optimistas. Si Norris y su equipo afinan los últimos detalles y evitan errores, no sería descabellado imaginarlos peleando por posiciones de podio o, al menos, sumando valiosos puntos en una temporada tan impredecible como apasionante para la Fórmula 1.
